El palacio arzobispal de Umbrete, situado en la Plaza del Arzobispo n 1 es una de las obras fundamentales del barroco del siglo XVIII, fue remodelado por el arquitecto sevillano Diego Antonio Díaz. Esto es posible gracias al equilibrio existente entre los elementos arquitectónicos y ornamentales, que tiene su más brillante expresión en los valores cromáticos que surgen del empleo del ladrillo limpio en los exteriores y de la cal en los paramentos interiores.