La Orden de los Caballeros de Dobrin fue fundada en 1222 por el arzobispo de Prusia y el duque Conrado I de Masovia, recibiendo su nombre del castillo que acogió a sus primeros miembros. Muy apoyada por la Orden del Císter, de la que tomó su regla y en la que se basó para dotarse de una estructura jerárquica, no pasó nunca de tener un modesto potencial militar (en su momento de más esplendor, no más de unos 35 cruzados).