Onésimo, también conocido como Onésimo de Bizancio y, en algunas iglesias ortodoxas, el Sagrado Apóstol Onésimo, era un sirviente de Filemón, personaje importante e influyente de Colosa de Frigia, convertido al cristianismo por San Pablo. Onésimo, cuando huía de la justicia por haberle robado a su amo, se encontró con Pablo, quien se hallaba entonces prisionero en Roma.