Una ola de calor es un periodo prolongado, excesivamente cálido, que puede ser también excesivamente húmedo, aunque ello suele ser muy raro, ya que el propio calor atmosférico hace que el agua se evapore y se condense formando nubes, con lo que disminuye el calor atmosférico al ser en parte absorbido por esas nubes. Precisamente, la zona ecuatorial no presenta las temperaturas más cálidas del planeta por su mayor nubosidad, que mantiene la temperatura sin grandes extremos.