En el cristianismo, un obispo (del latín episcopus; en griego ἐπίσκοπος, 'vigilante', 'inspector', 'supervisor' o 'superintendente') es un sacerdote que recibe el sacramento del orden sacerdotal en su máximo grado, que es el episcopado. Casi todas las confesiones cristianas cuentan con obispos, como la Iglesia católica, las Iglesias ortodoxas y algunas iglesias protestantes.