Antonio Cesarini, más conocido por el diminutivo de Nino Cesarini, fue durante su juventud (y debido a su relación afectiva con el barón Jacques d'Adelswärd-Fersen) modelo de varios artistas, tales como el fotógrafo Wilhelm von Plüschow, los pintores Paul Höcker y Umberto Brunelleschi o el escultor Francesco Jerace y, ya en su edad adulta, de Vincenzo Gemito, quienes lo representaron como prototipo de la belleza masculina en obras fuertemente homoeróticas.