Nicolas de Largillière, fue un pintor clasicista francés, nacido en París. Tuvo una formación flamenca. Estableció pronto una reputación como retratista, de colores brillantes. Ocasionalmente produjo pinturas históricas, religiosas, paisajes y bodegones; su maestría técnica le permitía jugar con los objetos, los colores y la luz. Sus retratos están cargados de una vitalidad y sensibilidad que hacen de él uno de los pintores más grandes del reinado de Luis XV y la Regencia.