Nadezhda Filarétovna von Meck fue una empresaria rusa, conocida hoy en día particularmente por su relación artística con el compositor Piotr Ilich Chaikovski. Ella lo mantuvo económicamente durante 13 años, permitiéndole dedicarse exclusivamente a la composición, pero estipuló que jamás debían conocerse. A ella está dedicada su Sinfonía n. 4 en fa menor. Fue además un mecenas influyente en las artes en general, activa al proporcionar apoyo económico a Nikolái Rubinstein y Claude Debussy.