Música para cuerda, percusión y celesta (Sz. 106, BB 114) es una de las obras más conocidas del compositor húngaro Béla Bartók. Encargada por Paul Sacher para celebrar el décimo aniversario de su Orquesta de Cámara de Basilea, la partitura está fechada el 7 deseptiembre de 1936, y su estreno se produjo en Basilea el 21 de enero de 1937 por la orquesta dedicataria, dirigida por el propio Sacher.