El muro de la Parroquieta de la Catedral del Salvador de Zaragoza cierra magníficamente la capilla de la Parroquieta, proyectada por el arzobispo Lope Fernández de Luna como su sepulcro, en el siglo XIV. Es una de las obras más conocidas del mudéjar aragonés, construido en 1374. Se trata de un gran tapiz policromo en donde se combinan cintados, ladrillos, arquerías, cerámica y decoración de colores vistosos. Destaca el escudo de Lope de Luna, patrocinador de la obra.