Murat II gobernó como sultán del Imperio otomano desde 1421 a 1451 (tan sólo interrumpido durante el período de 1444 a 1446). El reinado de Murad estuvo marcado por una larga guerra contra los cristianos de los Balcanes y los emiratos turcos en Anatolia, un conflicto que se extendió durante 25 años. Su infancia se desarrolló en Amasya, y subió el trono a la muerte de su padre.