Los deportes de motor han sido considerados históricamente como "poco femeninos" y conserva una imagen de deporte masculino muy arraigada, por lo que la presencia de mujeres como pilotos, integrantes de equipos y dirigentes ha sido siempre mucho menor a la de varones. Para algunos hombres, ser superados por una mujer sigue siendo una deshonra, por lo que las mujeres pueden recibir manifestaciones de desprecio y mofa, lo cual las desincentiva a ingresar y permanecer en ese ambiente.