La muerte del místico ruso Grigori Rasputín el 29 de diciembre de 1916 fue causa de un asesinato obra de varios artífices de la nobleza rusa dirigidos por el príncipe Félix Yusúpov. A pesar de lo fácil que se pensaba en un principio la ejecución del plan, se tornó mucho más complicado de lo previsto, y fueron necesarios varios intentos de asesinato en la misma noche para, finalmente, eliminarlo.