El movimiento de los Flagelantes surgió en la Edad Media por la Peste Negra. Nació en Friburgo, en el Sacro Imperio Romano Germánico a partir de la gente de la ciudad que asumió esta nueva costumbre de autolaceración. Rápidamente se propagó por toda Europa: Francia, España e incluso en el Reino de Hungría en el 1262. Los flagelantes pensaban que, recreando la Pasión De Cristo (penitencia), lograrían salvarse de la peste negra, la cual consideraban un castigo mandado por Dios.