En México, la idea de rendir homenaje a las madres con un monumento surge en el año 1921, cuando un trabajador del periódico Excélsior, acompañado de sus compañeros de trabajo empezaron a festejar el día 10 de mayo, día de las madres en México. El día 10 de mayo de 1944, el entonces presidente Manuel Ávila Camacho colocó la primera piedra de lo que sería el Monumento a la Madre y que fue inaugurado por Miguel Alemán Váldes el 10 de mayo de 1949.