El Monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo, de la Orden Franciscana, fue construido bajo el patrocinio de la reina Isabel I de Castilla con la intención de convertirlo en mausoleo real, en conmemoración de la batalla de Toro y del nacimiento del príncipe Juan. Es una de las más valiosas muestras del estilo gótico isabelino en España y el edificio más importante erigido por los Reyes Católicos.