Miklós Rózsa fue un compositor de música sinfónica y cinematográfica, especializado en películas de corte histórico. Después de estudiar en su país obteniendo desde muy pequeño gran éxito con sus conciertos y composiciones, continúa sus estudios en el Conservatorio de Leipzig. Allí, el compositor Marcel Dupré le aconseja mudarse a París, cosa que Rózsa hace en 1932. En 1934, su amigo, el compositor Arthur Honegger, lo introduce en la música cinematográfica.