Si bien el matrimonio entre personas del mismo sexo aún no está contemplado en la legislación brasileña, varias parejas del mismo sexo ya han conseguido casarse por decisiones judiciales. El Supremo Tribunal Federal decidió en 2011 que las uniones de hecho entre personas del mismo sexo constituyen familia y deben ser reconocidas como "uniones estables" en los términos del art. 226 de la Constitución Federal.