Santa Matilde o Matilde de Ringelheim fue reina consorte de Francia Orientalis, considerada como santa por la Iglesia Católica. Hija del conde sajón Dietrich, contrajo matrimonio en 909 con Enrique, duque de Sajonia, más tarde coronado rey y conocido como Enrique I el Pajarero. Después de quedar viuda en 936, su hijo Otón I accedió al trono y fue proclamando emperador.