En arquitectura, se llama mascarón a la cara de piedra o de otra materia que se coloca en las fuentes o en otras obras de arquitectura como bajo los entablamentos, bajo los balcones, en la clave de las racadas, en la abertura de las grutas, etc. Se les da indistintamente un carácter serio o grotesco. Por lo común son rostros de faunos, sabios, náyades, etc.