María de Oignies beguina y mística. Nacida en el seno de una familia noble, fue desposada a los 14 años. Su matrimonio acabó de común acuerdo con su marido para dedicarse a la vida religiosa. A partir de entonces María se consagró a la castidad y la caridad, ejerciendo una labor asistencial en la leprosería de Willambroux. A los 30 años, en 1207 se retiró a una comunidad de beguinas de Oignies. En ella se extendió su fama de santidad, viniendo gente de lejos para conocerla.