María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295, o Jura de Fernando IV en las Cortes de Valladolid. Óleo sobre lienzo pintado por Antonio Gisbert Pérez en 1863. El cuadro recrea el momento en que la reina María de Molina presenta a su hijo Fernando IV en las Cortes de Valladolid de 1295, en las que el joven monarca fue reconocido como rey, aunque ya había sido proclamado como tal en la Catedral de Toledo.