Martina Arroyo fue una soprano lírico-spinto estadounidense, entre las primeras afroamericanas que conquistó los escenarios internacionales de ópera. De padre puertorriqueño y madre afroamericana, nació y se crio en el barrio de Harlem. Estudió en el Hunter College debutando en la ópera Asesinato en la catedral de Pizzetti.