El Mark I fue un vehículo sobre orugas desarrollado por el Ejército Británico durante la Primera Guerra Mundial y el primer tanque del mundo. El Mark I entró en servicio en agosto de 1916 y fue empleado en combate por vez primera en la mañana del 15 de setiembre de 1916 durante la Batalla de Flers-Courcelette, parte de la Batalla del Somme.