Mariano Pérez Cuenca, sacerdote, historiador y escritor alcarreño. En 1826 era capellán de la Colegiata de Pastrana. Reducida a parroquia en 1852, quedó como cura párroco de la misma. Consiguió que en ella se recogieran todos los altares y bienes muebles de los conventos exclaustrados de la población eliminados en 1836 y consiguió evitar que el carmelita de San Pedro desapareciera otorgándolo a los franciscanos.