Las manifestaciones mundiales contra la invasión de Irak en 2003 fueron convocadas por una plataforma mundial simultáneamente en todo el mundo, siendo las primeras convocatorias de carácter realmente global de la historia. Su motivación declarada fue impedir la invasión de Irak. Las circunstancias locales permitieron su perduración en el tiempo, sobre todo en el Reino Unido, Estados Unidos, España e Italia.