Un magnetosoma es un cristal de magnetita (Fe3O4), con forma de cubo o de octaedro que se dispone en filas paralelas al eje longitudinal de la célula. Los poseen bacterias acuáticas flageladas aerobias o microaerófilas. Su alineamiento comporta propiedades magnéticas, lo que hace que las bacterias se orienten magnéticamente en el medio ambiente. En el año 1975 se descubrió que ciertas bacterias eran orientadas según su campo magnético terrestre.