En finanzas, se denomina lunes negro al lunes 19 de octubre de 1987, cuando los mercados de valores de todo el mundo se desplomaron en un espacio de tiempo muy breve. La caída comenzó en Hong Kong, se propagó hacia el oeste a través de los husos horarios internacionales, llegó a Europa y, por último, a Estados Unidos. El índice bursátil Dow Jones bajó 508 puntos, situándose en los 1739 (22,6 %).