Lucio Fulvio Curvo (en latín Lucius Fulvius Curvus) fue cónsul en en el año 322 a. C. , con Q. Fabio Máximo Ruliano. Es el primer Fulvio que nos encontramos en la historia de Roma, y se dice que había sido cónsul en Tusculum en el año en que ese pueblo se rebeló contra Roma, y al regresar Fulvio con los romanos, él ocupaba la misma magistratura ahora en Roma, y obtuvo un triunfo sobre sus propios compatriotas.