Los placeres prohibidos es el título de un libro de poemas escrito por Luis Cernuda publicado en 1931. En esta obra se aprecia una aproximación de Cernuda a la estética del surrealismo (que ya había tanteado en Un río, un amor), una trayectoria paralela a la de otros poetas de su generación, como Rafael Alberti y Federico García Lorca, que también adoptaron la técnica poética surrealista.