En la mitología griega, Licaón era un rey de Arcadia hijo de Pelasgo (al que sucedió) y bien de la oceánide Melibea, o bien de Cilene o bien de Deyanira. Otras versiones lo hacen hijo de Titán y Gea. Licaón era un rey culto y religioso, muy querido por su pueblo, al que ayudó a abandonar la vida salvaje que habían llevado hasta entonces. Fundó la ciudad de Licosura, una de las más antiguas de Grecia, y en ella erigió un altar a Zeus Licio.