En la mitología griega, Lélape o Laelaps (en griego antiguo Λαῖλαψ Lailaps, viento de tormenta) era un legendario perro que siempre atrapaba a su presa cuando cazaba. Fue un regalo que Zeus hizo a Europa y que posteriormente pasó a poder de su hijo Minos; éste lo regaló a Procris y más tarde el perro pasó a ser propiedad de Céfalo. En otra versíon, el perro fue regalado a Procris por Diana.