La conversión de San Pablo es un fresco del pintor renacentista italiano Miguel Ángel, ejecutado en la Capilla Paolina del Palacio Apostólico. Data del año 1549. Mide 6,25 metros de alto y 6,61 metros de ancho y hace pareja con otro fresco de Miguel Ángel dedicado a la Crucifixión de San Pedro. Miguel Ángel era idolatrado en Roma casi como una leyenda viviente, pero este trabajo no se salvó de las críticas.