Juana de Francia fue la hija promogénita de príncipe de Francia, Felipe de Poitiers y de su esposa Juana II de Borgoña, por su padre era nieta de Felipe IV el Hermoso y por su padre era bisnieta de San Luis IX de Francia. La ascensión de su padre al trono francés como Felipe V le comprometió con Eudes IV de Borgoña, Duque de Borgoña, transformándose ella en la heredera del Palatinado de Borgoña y del condado de Artois, que eran de su madre.