Fray Juan de Toledo, llamado en el siglo Juan Luis de Briceño, fue un religioso jerónimo, prior del monasterio de Guadalupe, general de su orden, obispo de Canarias y de León. Durante un breve periodo al final de su episcopado en Canarias fue designado por la regente Mariana de Austria para desempeñar también los cargos de gobernador, capitán general de Canarias y presidente de su Real Audiencia.