Isabel María de Austria, fue Archiduquesa de Austria, hija única del príncipe heredero de Austria-Hungría, el Archiduque Rodolfo de Habsburgo y de Estefanía de Bélgica. Al suicidarse su padre (junto a su amante María Vetsera) en 1889, Isabel tenia seis años. Heredó el espíritu soñador y rebelde de su padre y su abuela paterna, lo que le llevó a tener malas relaciones con su madre, de carácter reaccionario.