San Isaac Jogues fue un santo misionero jesuita. Entró a los 17 años a la Compañía de Jesús. Fue ordenado presbítero unos años más tarde. Desde 1636 predicó el evangelio en condiciones extremadamente difíciles en la misión de los hurones en Canadá, con grandes logros. En 1642 fue apresado y torturado por iroqueses, en su cautiverio continuó convirtiendo iroqueses al cristianismo. Regresó a Francia, donde se entrevistó con el Papa y el Rey de Francia.