Los primeros anglosajones invadieron y colonizaron Britania en los siglos V y VI. Los diversos reinos que compondrían más adelante la Heptarquía Anglosajona emergieron en el curso del siglo XI; los reinos de Kent, Northumbria y Lindsey probablemente a lo largo de fronteras ya existentes, mientras que los reinos occidentales de Wessex y Mercia no muestran signos de continuidad.