Ingólfur Arnarson fue un explorador y caudillo vikingo, considerado el primer colono nórdico de Islandia. Sin embargo, no fue el primer escandinavo en visitar la isla y vivir en ella, ya que el primero fue el sueco Gardar Svavarsson, que permaneció durante un invierno en la que ahora es la localidad de Húsavík. En 874, Ingólfur estableció su hacienda en Reikiavik, lo que supuso el comienzo de la colonización de la isla, la cual duró hasta 930.