Los incidentes que se desataron en la localidad española de Reinosa, en Cantabria, durante la primavera de 1987 fueron resultado directo de los problemas derivados de la reconversión industrial que afectó a buena parte del tejido industrial español durante la década de 1980, y que tuvieron una fuerte repercusión en este municipio del sur de Cantabria y toda la comarca de Campoo-Los Valles.