Ignacio de Jerusalem y Stella (Ignazio Gerusalemme), fue uno de los más importantes compositores de la Nueva España. Inició su actividad musical en su natal Italia como violinista. Fue músico del Coliseo de Cádiz y en la Nueva España llegó a ser Maestro de capilla de la Catedral de México. Fue conocido entre sus contemporáneos como el "milagro musical" porque su talento y capacidades musicales igualaban al mismo maestro de capilla de Madrid.