La Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua se halla situada en el barrio del mismo nombre, extramuros de la ciudad antigua. En un principio perteneció a un antiguo convento franciscano. Tras ser abandanado el cenobio, pasó a manos particulares. En la década de los noventa el Ayuntamiento de la ciudad restauró el edificio donándolo de nuevo a la Iglesia por lo que el templo ha vuelto a recuperar su función litúrgica y de culto.