La huelga de tranvías fue el comienzo de un movimiento huelguístico iniciado en la ciudad de Barcelona el 1 de marzo de 1951 como anticipo de una huelga general convocada para el día 22 del mismo mes y que fue seguida por una parte de la población trabajadora. Consitió en el boicot que los ciudadanos de Barcelona hicieron a la Compañía de Tranvías, considerada la última batalla de la generación que perdió la guerra.