El hortus conclusus (frase que en latín significa "huerto cerrado") es un tema pictórico de Arte cristiano en general, y en particular de la pintura. Se dio en particular en el siglo XV. En él figuran la Virgen y el Niño sentados en un jardín cercado, paradisíaco, en plena floración. El tema está bien representado en la pintura del Gótico internacional, en especial en sus manifestaciones germánicas.