La historia de Luxemburgo está inherentemente entrelazada con la historia de los países circundantes, sus gentes, y dinastías gobernantes. A lo largo de los años, el territorio de Luxemburgo ha sido erosionado, mientras su propiedad ha cambiado repetidamente, y su independencia política ha crecido gradualmente. Aunque la historia Luxemburguesa documentada se remonta a los tiempos de los romanos, la historia de Luxemburgo se considera que comienza propiamente en el año 963.