En 1956 Marija Gimbutas presentó la hipótesis de los kurganes, que combinaba arqueología y lingüística para ubicar la sede originaria de los pueblos hablantes del protoindoeuropeo (PIE). Gimbutas nombró al conjunto de culturas en cuestión Kurgán (palabra rusa tomada del túrquico usada para determinar unos singulares túmulos sepulcrales) y siguió su supuesta difusión por Europa. La hipótesis tuvo un impacto significativo en los estudios protoindoeuropeos.