La habitación china es un experimento mental, propuesto originalmente por John Searle y popularizado por Roger Penrose, mediante el cual se trata de rebatir la validez del Test de Turing y de la creencia de que una máquina puede llegar a pensar. Searle se enfrenta a la analogía entre mente y ordenador cuando se trata de abordar la cuestión de la conciencia. La mente implica no sólo la manipulación de símbolos, y además de una sintaxis posee una semántica.