Las guerras párticas son una serie de campañas que llevaron a cabo los imperios de Partia y de Roma entre sí por el control de Medio Oriente. Entre estas guerras hubo extensos periodos de paz y treguas. Aunque las guerras fueron varias, seguían usualmente el mismo plan táctico: una gran ofensiva persa llegaba a ocupar las provincias romanas de Siria y Armenia; luego venía el contraataque romano con fuerzas de refuerzo que recuperaban sus provincias y ocupaban la Mesopotamia.