El gobernador civil fue la autoridad política en las provincias en España a partir de la creación de estas por Javier de Burgos en 1833. Tiene sus antecedentes en la figura de los jefes políticos como máxima autoridad provincial creado en el artículo 324 de la Constitución Española de 1812. Este cargo fue derogado por Fernando VII en 1814, y restablecido durante el Trienio Liberal de 1820 a 1823.