Georg Franz Kreisler era un artista de cabaret, cantautor, compositor y poeta procedente de una familia austríaca de origen judío que, tras haber emigrado en 1943, se convirtió en ciudadano estadounidense. Kreisler dio sus primeros pasos en el mundo de la música en Estados Unidos; y a partir de la década de los cincuenta se hizo famoso en los países de habla alemana por medio de canciones tales como Trauben vergiften, Der Tod muss ein Wiener sein y Wie schön wäre Wien ohne Wiener.